lunes, noviembre 05, 2007

Desastres

Sí Katy, fuiste importante en mi vida y me duele que ahora estés lejos. Lo que pasó fue como el impacto de un asteroide: borraste muchas cosas en la faz de mi vida; Laurita, ¿cómo no recordarte?, desde lo más profundo del corazón, el primer desastre en mi alma, la primera vez que se llenó de dudas y dolor. Sí, como una inundación: llega poco a poco, como si no quisiera llegar, pero el agua sube y, cuando te das cuenta, ya lo perdiste todo y el mundo nunca vuelve a ser lo que era.
Pero ellas dos fueron apenas un preámbulo, un prefacio a los verdaderos desastres: al huracán de Jackie, la fuerza que me destruyó una y otra vez, la que me arrancó el alma y las ilusiones, el pasado y el futuro, la que me hizo arrepentirme de sobrevivir estas calamidades.
O Claudia chiquita y bonita y su desgarramiento al continuum espacio-tiempo en mi corazón, es difícil ignorar un suceso de tal envargadura. Hasta la fecha no me he podido reparar. Duele y me sige causando confusión.

Pero los desastres de ellas son nada comparado con Vicky: fue como una supernova, capaz de vaporizar planetas enteros a millones de kilómetros, con un estallido con la capacidad de esterilizar cualquier cosa a su paso en un radio circunferencial de 50 años luz: vida, sustancias químicas complejas, precursores prebióticos, todo. Todavía no estoy seguro si mi destrucción me hizo renacer para bien o para mal.

Lástima que mi fecha de caducidad todavía esté lejos.

2476.09

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